lunes, 29 de septiembre de 2008

Apología del retorno

A mis amigos

Cuando mi vida toque diciembre
plántale cara al gris de la tarde
y no llores
Paséate entre el murmullo de los parques
como un día cualquiera
y redescubre río arriba
aquel lejano primer deshielo de la primavera
en que salimos jubilosos
como nuevos críos
a corretear la polinización bajo el tierno sol de la mañana

Rememora las inflamadas risas del verano
Las tabernas de las grandes ciudades
Las tramposas mieles de la altivez
que nos hicieron pensar
que todo era para siempre

Y sobre todo, no olvides
las arrebujadas nubes que acompañaron la caída de las hojas
cuando el mundo a media luz
hacía presagiar ya el momento presente

Entonces vuélvete
No mires río abajo para renegar de la corriente
Piensa en que tal vez
y solo tal vez
nos encontraremos de nuevo
en algún otro lugar
en algún otro enero

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